Ficus carica o higuera es un árbol o arbusto de la familia de las moráceas, es alguna de las muchas especies que hay de ficus. Más allá de que es originario de Asia sudocciodental, hoy en día, se ha desperdigado por muchas zonas de todo el mundo. Muy simple de localizar en torno al Mediterráneo y en prácticamente todos los países de de América del Sur. En este articulo vamos a hablar sobre de qué forma y cuándo podar una higuera, no dudo que vas a encontrar varios consejos atrayentes. 😉
Nota: Ten presente que los consejos que aquí vamos a dar son en general, este blog es leído en decenas y decenas de países, con peculiaridades completamente distintas, con lo que no todos y cada uno de los consejos se adaptarán de la misma manera en todos y cada uno de los casos. Cuando finalices de leer el producto va a quedar que examines toda la información y apliques lo aprendido de la mejor forma. Frente cualquier duda ten en cuenta que puedes contactarnos para efectuar tus consultas.
1. Datos sobre la higuera
La higuera es un árbol de buena talla y corpulencia, puede lograr entre 8 a diez metros de altura si está en zonas convenientes. Por contra, en zonas que no le son tan favoreces no pasa, en ocasiones, de la manera arborescente. Sus ramas, de enorme diámetro, están cubiertos por una corteza que al comienzo es verde y que se regresa, con la edad, blanca o gris, según la pluralidad.
Todas y cada una de las partes verdes de la planta poseen un jugo lechoso, áspero, agrio y gomoso, que se densa al tomar contacto con el aire (característica común en los ficus). Las hojas son caducas, de 12 a 25 cm de largo y diez a 18 cm de ancho, intensamente lobuladas, formadas por 3 o 5 lóbulos.
La higuera se lleva a cabo en prácticamente todo tipo de suelos, más allá de que elige los frescos, en los que consigue un avance notable. Las mejores producciones se consiguen en suelos ricos y profundos, permeables y que preserven un cierto frescor en verano. Terrenos proveídos de cal son aconsejables para los frutos premeditados al secado. Los suelos muy húmedos determinan usuales podredumbres de raíces.
Entre los datos mucho más curiosos de esta planta, viene dado por su fruto, el higo. Debo corregir la oración previo, en tanto que el higo no es un fruto sino técnicamente no son una fruta sino una infrutescencia. Para comunicarlo de manera fácil, se puede decir que el higo es una suerte de flor invertida, las que florecen en esa enorme vaina obscura que conocemos como higo. Cada flor da como producto un fruto de cascara dura con una sola semilla (aquenio). Ya que el higo esta compuesto por un sin-numero de aquenios, en el momento en que lo ingerimos nos encontramos comiendo cientos y cientos de frutos.
Siguiendo con las curiosidades del «falso fruto», no deseaba dejar de apuntar que para su reproducción, precisan de la polinización de una avispa. Existe una suerte de avispa amoldada para cada clase de higuera. El insecto se sacrifica en el desarrollo, con lo que probablemente en el momento en que te comes un higo estés tragando el cuerpo de la finada avista. 🙁 (despreocúpate el cuerpo de la avispa se descomponen en el higo merced al trabajo de una enzima)
2. Como proteger una higuera
En el momento de plantar una higuera tienes que buscar un lugar lo mucho más soleado viable y a resguardo de los vientos fríos que soplan en otoño invierno. Por otra parte, si lo que buscas es una alta producción, resulta conveniente ponerla cerca de una pared o rocalla de manera que sus raíces queden limitadas. De lo contrario la planta gasta mucha energía en desarrollar raíces, energía que no va a ir a sus frutos.
La higuera precisa, generalmente, escasos cuidados, con lo que las trabajos dismuyen comunmente a 2 pases de grada cruzados. El primero en primavera y el segundo en otoño, tras la recolección. Los 2 tienen exactamente el mismo fin : remover las malas yerbas, pero el segundo, además de esto, prepara la tierra para guardar la mayor proporción de agua viable a lo largo del invierno.
Las higuerasno acostumbran a abonarse de manera directa. Se favorecen de los fertilizantes de plantas próximas, pero precisa, no obstante, de unos nutrientes básicos: macroelementos y oligoelementos.
3. Herramientas primordiales para la poda
Como la mayoria de las veces, las herramientas van a depender en determinada medida del tamaño y género de poda. Igual tenemos la posibilidad de resumirlo en:
- Tijera de podar. Recuerda afilarla adecuadamente.
- Escalera, en caso que se intente higuera con bastante altura.
- Sierra eléctrica en el caso de poda de anti-envejecimiento en plantas longevas.
- Elementos de seguridad básicos como guantes y lentes.
3.1 Cuidados preciso de las herramientas
Si quiere prolongar la vida útil de sus herramientas de poda, existen algunos cuidados básicos.
- Use la herramienta correcta para un trabajo y evite torcerla o forzarla.
- Limpie y engrase las herramientas de manera regular limpiando con un paño aceitoso en las cuchillas y otras superficies.
- Sostenga los bordes de corte apropiadamente afilados.
- Las asas de madera han de ser barnizadas con regularidad eludiendo conque se agrieten o astillan.
Realice estas tareas de cuidado de forma regular y ahorrará un óptimo dinero en herramientas. 😉
4. De qué manera y cuándo podar una higuera
El instante mucho más oportuno para efectuar la poda de una higuera es finales de invierno, esto dejará una menor perdida de sabia, y siendo una temporada próxima a etapas de desarrollo las lesiones empezarán próximamente a cicatrizar. En el caso de tiempos con inviernos no realmente fuertes, la poda en otoño puede ser una alternativa.
En lo que se refiere a la forma adecuada de poda, observaremos aquí tres distintas casos que puedes localizarte:
4.1 Poda de fructificación
Generalmente debe efectuarse una poda no intensísima. En caso contrario generará higos tardíos. Las ramas de la higuera quedan desguarnecidas en su base de manera rápida. Resulta conveniente por este motivo limitar la longitud de los brotes, de esta manera la savia recula hacia la base generando brotes de remplazo.
Se explota la poda para remover chupones y ramos secos. Cuanto mayor vigor tenga el árbol la poda se va a hacer mucho más rápida.
Se tienen la posibilidad de distinguir 2 géneros de poda de fructificación:
Poda de Rivers: Radica en pinzamientos en verde y se aconseja en zonas donde la sequía de verano no no permita el desarrollo de los brotes y donde no haya heladas invernales que ocasionen daños.
Poda Yarisina o de Argenteuil: Tiene por finalidad adelantar la precocidad de las brevas, aun a costa de una parte de la producción de otoño, obteniéndose de esta forma un precio mucho más remunerador para aquellas. Radica en despuntar a principio de la vegetación el botón terminal, y unos días después remover todos y cada uno de los botones axilares del ramo, salvo 2 preservados en la parte de abajo.
4.2 Poda de higueras enormes y/o vieja
La poda que se aplica a higueras entradas en años se la conoce como poda de anti-envejecimiento. Generalmente esta puede necesitarse en plantas mayores de treinta años, donde la fuerza y producción tiende a decaer. LaFicus carica se presta con perfección a este género de poda, en tanto que emite de manera fácil rebrotes que forman velozmente un nuevo esqueleto del árbol.
El corte a efectuar se puede hacer de ámbas formas que exhibe la próxima imagen.
Esencial es en esta clase de poda no olvidar contemplar las herida, con mástic.
4.3 Poda de higuera pequeña y/o joven
La higuera se puede conformar en leño bajo, a media altura o en prominente, hasta 1,80-2 m. La poda de capacitación radica en recortar el eje central a la altura deseada y escoger de 4 a seis brotes, que formarán las ramas primordiales.
La copa se forma a 1,5-2 m. de altura, con tres a cinco ramas primordiales tenuemente ascendientes, que alcanzan hasta un metro de longitud. Al radical de estas ramas nacen las ramas secundarias. Esta predisposición de las ramas primordiales dejan respaldar escaleras sobre el leño y hacer más simple la recolección, y en árboles mayores son bastante fuertes para aguantar el peso de un hombre.
Con la poda se jura que estos árboles no pasen de 2,5 a 3 metros de altura, formándose de este modo árboles que toman el aspecto de un colosal champiñón.