Los kiwis son plantas muy robustas que requieren podarse cuando menos una vez por año y mejor aún si la poda se ejecuta en un par de veces.
El kiwi es imposible podar cualquier ocasión, ya que si no se hace en la época correcta, la planta empieza a gotear abundante savia, lo que piensa para un enorme debilitamiento.
Todas y cada una de las podas se hacen en una época específica excepto una, la poda en verde, oséa, en el momento en que el kiwi tiene hojas, mas esto lo observaremos más pausadamente ahora.
Poda de invierno
Todos y cada uno de los trabajos de poda del kiwi tienen que hacerse en invierno excepto la poda en verde, que como su nombre sugiere, tiene que hacerse en el momento en que la planta tiene hojas. Esto tiene dentro las podas de capacitación y fructificación.
Mas esto no es todo, ahora que en los tiempos tibios los kiwis acostumbran empezar a despertarse de su film sueño invernal antes que concluya esta estación, y es fundamental podar antes que eso pase.
Como ahora adelantamos al principio de este artículo, es sustancial podar antes que comience a movilizar la savia, cosa que tiende a suceder en algún instante de la segunda mitad del invierno, en dependencia del tiempo de cada sitio.
En un tiempo costero y tibio del hemisferio Norte, como el del sitio donde vivo, los kiwis tienen que podarse antes del 15 de febrero, ahora que poco después empieza el movimiento de savia.
Frente a la duda, podar a principios del invierno, en el momento en que con toda seguridad la planta no va a tener actividad alguna, y por consiguiente no se generará goteo de savia mediante los cortes.
Poda de verano
Aparte de las precedentes, es recomendable podar el kiwi además a lo largo del verano ―o bien finales de la primavera―, en lo que se conoce como poda en verde, con la meta de vigilar el desarrollo de los brotes más robustos y sostener alumbrados los frutos.
En cultivos no expertos es muy común que esta poda no se haga, dejando toda la actividad de poda para una única fecha en invierno.