Los cuidados que debemos proveer a un olivo a fin de que se sostenga sano, con vigor y que, si lo queremos, logre fructificar, van a ser distintas en función de si medra en unas condiciones aproximadamente favoreces para el cultivo.
Una vez formado el olivo, la eficacia va a estar de manera directa relacionada con los cuidados que se le brinden.
CARACTERÍSTICAS DEL OLIVO
Descripción del árbol y las condiciones agroclimáticas más favoreces para su cultivo.
Control de yerbas contendientes
Aquí volvemos a llevar a cabo una distinción entre un olivo que se cultive por sus aceitunas y otro que tenga solo un fin ornamental. En el primero, el control de las yerbas espontáneas es un precaución primordial, fundamentalmente en los primeros años de vida del árbol, ahora que estas ejercitan una fuerte rivalidad, más que nada en pisos poco profundos
Tienen la posibilidad de postergar numerosos años el avance del olivo, en comparación con otro libre de .
A lo largo de la etapa de reposo invernal del olivo, es menos sustancial la rivalidad de la vegetación espontánea, ya que además medra lentamente gracias a las bajas temperaturas. Es desde la primavera, y hasta el otoño, en el momento en que más medra la vegetación, que comunmente se adelanta a la reanudación de la actividad del olivo, robándole parte importante de los nutrientes y del agua antes que este los logre empezar a absorber.
En las plantaciones comerciales, se emplean herbicidas que dejan el suelo desvisto. Sin lugar a dudas una manera cómoda y veloz de arreglar el inconveniente, mas con el tiempo, tiene más problemas que virtudes, fundamentalmente en pisos con determinada pendiente, en los que la escorrentía puede llevarse una parte del suelo —la cubierta más superficial y fértil. Sin lugar a dudas, es considerablemente más bueno a la larga la utilización de cubiertas vegetales y acolchados orgánicos. Entre otras cosas, cultivar trébol blanco a fines de primavera que, aparte de guardar el suelo y también evitar que se erosione, va a fijar nitrógeno en este y reducirá la temperatura de la tierra, economizando agua. Llegado el verano, y en sepa de riego, se secará formando un rápido acolchado sobre el suelo.
Aparte de la citada cobertura de trébol, se tienen la posibilidad de cultivar otras especies utilizables, como entre otras cosas los cereales.
En relación a los acolchados, tienes más información en este artículo.
Fertilización
De la misma manera que sucede con el resto plantas, las primordiales pretenciones alimenticias del olivo se centran en los compuestos del nitrógeno, del fósforo y del potasio, modificando las des de estos mientras el árbol va pasando por las diferentes etapas de su historia.
El olivo es un árbol muy rústico, con la capacidad de vivir bien en pisos muy pobres, por lo cual si no se quiere conseguir aceitunas de y se elige que ocupe poco espacio, se puede sostener muy bien sin aportarle ningún género de abono o bien fertilizante.
En cambio, si deseamos que fructifique y nos dé buenas producciones de aceituna, vamos a deber confirmarnos de que tiene los nutrientes precisos a través del abonado, cuidado o bien optimización de la fertilidad del suelo.
Nitrógeno
Los compuestos nitrógeno son los primordiales causantes del desarrollo vegetativo del olivo y, por consiguiente, se denuncian en enormes proporciones en el momento en que el árbol lleva a cabo novedosas hojas, tallos, flores o bien frutos.
Hay que asegurar la disponibilidad de nitrógeno mientras que el olivo joven se está formando, creciendo las proporciones aportadas mientras va medrando y hasta el momento en que entra en producción. Si observamos que la novedosa vegetación tiene una longitud escasa, puede ser un síntoma de que falta nitrógeno en el suelo.
El nitrógeno se puede dar bajo distintas formas: por medio de abonos orgánicos como la gallinaza, el estiércol de animales de granja, purines, etc, cultivando adjuntado con el olivo plantas fijadoras de nitrógeno —como el trébol, la alfalfa, el guisante y otras leguminosas—, o bien por medio de la aplicación de fertilizantes químicos, entre aquéllos que hemos resaltado el sulfato de amonio, el nitrato de amonio, el nitrato de calcio o bien la urea.
Fundamentalmente si se emplean fertilizantes químicos, es primordial cambiar la dosis para evadir efectos indeseados, como exceso de vigor o bien toxicidad. Para un olivo adulto, se aconseja utilizar entre 500 y 1500 gramos de nitrógeno por año, en dependencia de la fertilidad del suelo, de la humedad de este o bien el estado del árbol.
Ya que el nitrógeno induce la creación de nuevos brotes, evitaremos dar este nutriente antes de temporadas frías —en otoño— para hacer más simple que las partes agradables se endurezcan y evadir que las heladas invernales las dañen. Es preferible llevarlo a cabo al salir del invierno y en la primavera, en el momento en que las heladas ahora no sean un inconveniente y el olivo vaya a empezar a generar nuevos brotes, flores y frutos.
Es fundamentalmente considerable la disponibilidad de nitrógeno a lo largo de la floración del olivo y el desarrollo de los frutos, favoreciendo tanto la cantidad como el tamaño de las aceitunas. Un aporte elevado antes de la floración, puede lograr que cuajen bastantes frutos y se reduzca considerablemente el calibre de estos, o bien que el árbol entre en vecería.
Fósforo
El fósforo frecuenta hallarse en proporciones suficientes en la mayor parte de los pisos salvo que sean muy ácidos o bien ricos en carbonato de calcio. Si se aprecia una clorosis extendida de las hojas —y nos encontramos seguros de que no es por carecer de nitrógeno— posiblemente sea un síntoma de deficiencia de fósforo.
En la mayor parte de las situaciones, si aportamos abonos orgánicos —o bien minerales equilibrados— nos encontramos garantizando la existencia de bastante fósforo en suelo para contemplar las pretenciones del olivo. En el caso de carencia, tenemos la posibilidad de añadir al suelo unos 5 kg de cenizas de madera por árbol adulto, o exactamente la misma proporción de fertilizante a partir de fósforo. Para olivos jóvenes, la cantidad debe ser acorde al tamaño del árbol.
Potasio
Las cosechas de aceituna y las podas, extraen enormes proporciones de potasio del suelo, proporciones que hay que volver a poner para asegurar que el olivo logre sostener buenas producciones en todo el tiempo y se conserve sano —el potasio es considerable para el sistema inmunitario de las plantas.
El aporte al suelo de cenizas de madera, gallinaza o bien otros abonos orgánicos, piensa una aceptable fuente de potasio, aunque si se está en frente de una carencia grave, quizás sea mejor usar abonos foliares o bien fertilizantes concretos. La aplicación foliar de caldos ricos en potasio —como el té de plátano— puede ser una solución veloz, fácil y orgánica, aunque solo temporal.
Se puede utilizar el potasio tras la cosecha o bien tras la floración, o bien en los dos casos. En el primero, estamos seguros de que reponemos el potasio extraído del suelo tras la cosecha de las aceitunas y en el segundo caso, garantizaremos que los nuevos frutos dispongan de una cantidad bastante en el suelo.
Aparte de los macronutrientes precedentes, el olivo —de la misma manera que toda planta— requiere otros elementos como el calcio, el magnesio o bien el boro, etc, a falta de los cuáles el aspecto, vigor y salud general del árbol se puede observar perjudicada.
Poda
La poda del olivo es un precaución infaltante, tanto si el árbol está destinado a la producción de aceituna, tal y como si sencillamente tiene un propósito ornamental, o bien los dos.
Los trabajos de poda tienen que empezar poco tiempo tras haber plantado el olivo, siendo los primeros años de poca intensidad y mientras el árbol se hace más viejo, las podas van a ser de más grande consideración, fundamentalmente si nos importa sostenerlo sano y productivo. Si se poda en demasía los primeros años, se puede frenar el avance del olivo, por lo cual es preferible dejarlo medrar acatando su inclinación natural, descartando solo ramas entrecruzadas y partes fallecidas o bien enfermas.
Como ahora señalamos de antemano, hay que tomar en cuenta en el momento de podar que cada rama del olivo está socia a una raíz y si cortamos la rama, esa raíz se perderá —no va a pasar a dar de comer a otra rama— por lo cual el árbol perderá vigor.
Además hay que tomar en cuenta que el género de poda de capacitación que se haga —copa libre, vaso, eje central— no influye en el tiempo que el olivo va a tardar en ingresar en producción.
Vamos a tratar la poda del olivo en un artículo concreto en el que vamos a explicar el desarrollo punto por punto.
Prevención y control de plagas y patologías
El olivo puede sufrir tanto anomalías de la salud de la parte aérea (hojas, flores, frutos y tallos) como de la parte subterránea, las raíces. En los dos casos, el exceso de humedad —tanto ambiental, como en el suelo— tiende a ser entre los causantes desencadenantes. Por consiguiente, en forma de prevención, va a haber que evadir los encharcamientos del suelo —evadir plantar el olivo dónde se prevea que puede suceder.
En lo que se refiere a las anomalías de la salud de la parte aérea, el primordial procedimiento de contagio de numerosas de son las lesiones producidas a lo largo de la poda o bien la obtenida de las aceitunas. Por esto, deberemos evadir, en lo posible, los daños en las ramas y, en el momento en que tenemos la posibilidad de, lo vamos a hacer con las utilidades bien desinfectadas —limpiándolas inclusive antes de pasar de un árbol a otro— y si se hacen enormes cortes, se taparán con mastic cicatrizante.
Tras el otoño y hasta la primavera, resulta conveniente hacer tratamientos precautorios con fungicidas —a partir de cobre, entre otras cosas— sobre la parte aérea del olivo para achicar el peligro de aparición de anomalías de la salud en las hojas y brotes jóvenes. Si hay inconvenientes de hongos sobre las aceitunas verdes, va a haber que hacer otro régimen preventivo en el final del verano, antes que empiecen las lluvias otoñales.
Las primordiales patologías del olivo son la verticilosis, tuberculosis, repilo y la lepra.
Las plagas más indispensables son la mosca del olivo (Bactrocera oleae), la polilla del olivo (Prays oleae) y la cochinilla de la tizne (Saissetia oleae).
Para la prevención y control de las plagas, lo más respetuoso con el medio ámbito es la utilización de trampas de feromonas y la asociación con otros cultivos que confundan a los insectos.
Resumen de los cuidados del olivo
- » Cavar el suelo en primavera y en otoño (no es requisito si no se compacta).
- » A fines de verano o bien principios de otoño, abonado abundante en fósforo y potasio.
- » Prevención de plagas y patologías
- » Podas de capacitación, fructificación y anti-envejecimiento, en todos y cada caso.
- » Asegurar la disponibilidad de agua en el suelo, con riego si es requisito.
- » Vigilar la vegetación espontánea, fundamentalmente en los primeros años del olivo.