Los árboles frutales catalogados generalmente perales, de todos modos forman parte a numerosas especies de la familia de las Rosáceas. Por su parte se tienen la posibilidad de dividir en dos enormes categorías según su origen: los perales de europa y los asiáticos.
En el primer conjunto recalca la clase Pyrus communis, el peral común, el más habitual de todos y el objeto de este artículo.
En el segundo, la clase con la que más familiarizado estoy y una de sobra conocidas es Pyrus pyrifolia, llamada generalmente nashi, pera asiática, pera de Japón, etc.
Hoy día se tienen la posibilidad de hallar en venta en varios viveros y establecimientos de jardinería jóvenes árboles de nashi. Realmente meritan la pena, mas prosigamos con la pera común.
Origen
Aparentemente el antepasado silvestre del peral común vivía en el este de Europa, región de procedencia de muchas otras plantas cultivadas hoy en día.
El peral fué cultivado desde tiempos viejos. Se han encontrado restos arqueológicos de hace 5000 años en los que se prueba que este árbol ahora se encontraba domesticado.
El progreso de los distintos imperios viejos, como el de roma, extendió su cultivo a nuevos territorios.
En nuestros días es recurrente hallar perales asilvestrados medrando por toda Europa, principalmente en terrenos próximos a ciudades humanas.
Peculiaridades atrayentes
En condiciones de cultivo son mantenidos como árboles de pequeño tamaño, entre 2 y 4 metros.
En cambio, los perales que se desarrollan libremente tienen la posibilidad de lograr hasta 20 metros de altura, siendo recurrente que no lleguen a tanto.
Determinados perales silvestres tiene espinas, de la misma manera que su familiar el espino.
Este árbol tiende a anunciar ramas muy verticales y es recurrente que el tallo se bifurque, por lo cual puede ser difícil ofrecerle forma por medio de la poda.
Hablamos de un frutal que puede ser realmente productivo. Con algunas variedades se puede ofrecer el en el caso de que las ramas no aguanten el peso de las peras.
Y comentando de variedades, se han reconocido más de un millar solo en Europa, aunque es verdad que muchas de no dan frutos de calidad.
Los frutos se tienen la posibilidad de consumir frescos y transformados en compotas o bien mermeladas. Además se tienen la posibilidad de usar para llevar a cabo licores y vinagres.
La madera del peral es de muy excelente calidad, tanto para leña para ebanistería, tallado, torneado, etc.
Opciones
Tiempo
Tibio o bien fresco y húmedo.
Acepta bastante superior el frío profundo que el calor. En pleno reposo invernal puede soportar temperaturas heladas, de numerosas incontables grados en negativo. En cambio, cuando aflora en primavera, las heladas tardías le son dañinos.
Para florecer intensamente necesita de bastantes horas de frío a lo largo del tiempo de reposo, aunque o sea variable de unos cultivares a otros.
En zonas muy calurosas es conveniente plantarlo en una región cuidada del sol de mediodía, lo más fría y húmeda viable.
Pisos
Puede medrar en cualquier clase de suelo, más allá de que lo va a hacer bastante superior en esos profundos, frescos y ricos en materia orgánica.
Propagación
En contraste con otros frutales, las ramas del peral no enraízan con simplicidad, por lo cual el esquejado o bien el acodo no acostumbran ofrecer excelente resultados.
Este frutal se multiplica injertando la diversidad deseada sobre:
▪ Otro peral logrado desde semilla, o bien de otra diversidad.
▪ Membrillero.
▪ Espino albar
▪ Acerolo.
▪ Níspero y níspero japonés.
▪ Serbal.
Por supuesto el peral se puede reproducir por medio de semillas, mas de van a salir árboles de peculiaridades cambiantes, aunque es de sospechar que guarden cierto similar con sus progenitores.