Poda del acebo

El acebo es un árbol o bien arbusto ―según como se forme― que acepta realmente bien las podas, inclusive aunque estas sean severas, más allá de que no es conveniente pasarse para no desestabilizar el desarrollo de la planta.

Anécdota: Recuerdo hace unos 9 años se dieron a conocer tres acebos en el jardín, sospecho que gracias a semillas que los pájaros dejaron caer en . Deseé preservarlos mas en otro sitio, de esta forma que los trasplanté. Ahora medían unos 50 cm de prominente, y no pude extraerlos con su raíz, de este modo que una vez plantados en su ubicación determinante, decidí podarlos para compensar la pérdida de raíces ―sino más bien el exceso de hojas puede ocasionar el desecamiento de toda la planta―. Les dejé únicamente la guía y unos cuantos ramas en la parte alta, mas no solo no fallecieron, sino se recobraron de manera asombroso.

 

Época de poda

En el momento en que el acebo no se halle en desarrollo, oséa, desde finales del otoño hasta principios de la primavera. Se podría podar además en verano si la planta detiene su avance, mas solo en tiempos poco calurosos.

Según mi vivencia con este árbol, el más destacable instante para podarlo es a fines del invierno, justo antes que la planta empieze a brotar, así mismo las lesiones rápidamente van a ser selladas por la planta en el momento en que esta retome su actividad.

Mencionado lo anterior, si por algún fundamento se requiere podar en otra época se puede llevar a cabo ―padecerá un tanto más mas no va a correr riesgo―, intentando de que no esté aflorando en ese instante.

 

Poda de capacitación

Es primordial si se desea un acebo con una estética vigilada y armoniosa, ahora que en caso contrario tenderá a conformar varios pies diferentes, y a tomar un porte arbustivo y desordenado.

La composición natural de los acebos es de tipo piramidal, oséa, un leño primordial recto y vertical, con ramas laterales que son mayores cuanto más cerca del suelo se hallen.

Hay que intentar formarlo en pirámide, ahora que si se procura otra forma será considerablemente más difícil sostenerla, ahora que el árbol siempre tenderá a recobrar su forma piramidal.

Fijar altura o bien no

El acebo se puede dejar medrar libremente en altura y vigilar únicamente su forma, recortando la longitud de las ramas laterales y sosteniendo una proporcionalidad entre . Para espacios extensos es buena opción.

Por otro lado, se puede saber una altura máxima para el acebo y después podar la guía ―brote primordial―, de manera que aparecerán numerosos brotes secundarios que competirán entre . Es requisito podar comunmente estos brotes para contener la manera del árbol.

Esta segunda forma de poda posibilita que la copa del acebo se lleve a cabo más compacta, más espesa, ahora que estimula la ramificación y el desarrollo del costado del árbol.

 

Poda de saneamiento

Radica en recortar las partes enfermas o bien fallecidas del acebo, así como:

- Ramas secas o bien inficionadas con seriedad por alguna patología dañina.

- Ramas rotas o bien dañadas, con desgarros o bien astillamientos en la corteza y/o bien la madera.

Esta poda se puede hacer cualquier ocasión ya que es más esencial sacar la parte problemática que dejarla para después, ahora que esto puede sospechar una infección más popularizada.

Hay que recortar siempre por la parte sana, bastantes centímetros de dónde empieza el daño. De esta manera no se contamina la utilidad de corte y estamos seguros de todo el tejido dañado se quita de la planta.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Go up