La cebolla es un cultivo que se ajusta realmente bien a cualquier género de suelo más allá de que se lleva a cabo peor en pisos pesados -muy arcillosos- especialmente si son susceptibles al encharcamiento, el cuál daña el desarrollo del bulbo y estimula la aparición de patologías.
Elige pisos sueltos, profundos, ricos en materia orgánica y con pH de entre 6 y 7.
Los especiales desempeños se dan en el momento en que se cultiva en pisos que no fueron usados de antemano para esta hortaliza. Cuando menos debe dejarse pasar 4 años para reiterar el cultivo en exactamente la misma parcela.
La cebolla tiene un sistema radicular poco riguroso que limita bastante la absorción de nutrientes en pisos pobres.
Macronutrientes
Nitrógeno
Es el primordial responsable del avance general de la planta.
Su escasez genera amarillamiento en las hojas y bulbos de pequeño tamaño que maduran de manera precoz.
Fósforo
Fundamental para el preciso avance del sistema radicular y el metabolismo general de la planta.
Deficiencias de fósforo se relacionan con retardo tanto en el desarrollo como en la maduración del bulbo.
Potasio
Este elemento es primordial para conseguir un óptimo tamaño y calidad del bulbo. Hace más fuerte la planta contra patologías.
Su escasez retrasa la maduración de los bulbos. Actúa por la coloración amarronada de las puntas de las hojas.
✪ Contribuye potasio y otros nutrientes al suelo usando la ceniza de madera como abono.
Magnesio
Sustancial para la fotosíntesis y otros procesos fisiológicos de la planta.
Su deficiencia actúa por el secado de las puntas de las hojas y el poco tamaño de los bulbos.
Azufre y Calcio
Intervienen en procesos fisiológicos.
Su deficiencia causa síntomas semejantes a la deficiencia de magnesio.
Micronutrientes
Zinc
La disponibilidad de este elemento facilita una más grande producción del cultivo de cebolla progresando el tamaño de los bulbos.